Asesino profesional, Januário nunca valoró la vida. Hasta el día en que, durante un trabajo, encuentra a una niña que, inexplicablemente, despierta en él un amor que Januário nunca imaginó que podría sentir.
En ese momento, cuando Januário vio a la criaturita llorando en la cuna, algo en su corazón despertó. Acostumbrado a la frialdad de su profesión: asesino profesional, nunca esperó una recompensa de la vida por sus actos crueles. A partir de entonces, hará todo lo posible por ocultar sus crímenes, sin saber que el pasado tiene sus propios métodos para revelarlos.
En el mundo no hay crímenes ni pecados, porque estos son sólo la cara oculta del bien, que la vida aún no ha ganado la oportunidad de expresarse. Ajeno a esta verdad, y aún atrapado en las trampas de la culpa, Januário se enfrenta, un día, a la mayor encrucijada de su existencia: volver a matar o dejarsemorir en la cárcel. La elección que deberá hacer dependerá de la voz de su propia conciencia que, en todo caso, le mostrará que sólo por Amor es el hombre capaz de encauzar sus instintos más primitivos para sustentar la grandeza de su propia humanidad.