Parece una guerra, se siente como una guerra global, duele como una tercera guerra mundial, y es contra nosotros, contra toda la humanidad, contra nuestra esencia espiritual, contra nuestra supervivencia como hijos e hijas de Dios, y nosotros no la estamos ganando, y se va a poner peor y más viciosa, y más difícil. Nos guste o no, compartimos este planeta con poderes espirituales malignos y Satanás es su líder.
La guerra final ha comenzado y es la madre de todas las guerras, una guerra espiritual, y Satanás está detrás de ella.
¿Podemos ganar esta guerra con nuestros medios? No.
Sin embargo, podemos ganar esta guerra espiritual pero solo individualmente.
Con Dios de nuestro lado, podemos ser salvos. Él nos protegerá y peleará por nosotros contra el maligno y lo destruirá para bien, pero sólo si vivimos como hijos e hijas de Dios, y en total obediencia a su voluntad.
Si no lo hacemos, estamos condenados.
Sobre este importante tema que afecta nuestras vidas, el autor con base en las escrituras bíblicas, nos invita a detenernos y reflexionar sobre siete aspectos importantes que presenta en este escrito y que nos permitirán luchar con Dios de nuestro lado y que pueden constituir el yelmo de nuestra salvación.