¿Puede el hombre decretar una cosa, y hacer que ella se vuelva realidad? Definitivamente sí.
El hombre siempre ha decretado aquello que ha aparecido en su mundo, está hoy decretando lo que aparece y continuará haciéndolo hasta tanto él sea consciente de ser el hombre. Nunca nada ha aparecido en el mundo del hombre sin que haya sido decretado por él mismo. Usted puede negar esto, pero trate de desmentirlo, y no podrá hacerlo, pues el resultado de decretar se basa en un principio incambiable. En la CONCIENCIA DE SER todas las cosas son posibles; él dijo, "decretarás una cosa, y ella se realizará". Este es su decreto, elevarse en la conciencia hasta la naturaleza de aquello que se desea.
Orar, además,, se puede ver ahora como el reconocimiento que usted mismo hace de ser aquello que desea, en vez de su aceptación después de un ruego a un Dios que no existe sobre lo que usted desea. ¿Puede ver ahora por qué tantos millones de oraciones no reciben respuesta?
Este libro contiene la esencia misma del Principio de Expresión. Manteniendo este principio usted, lector, encontrará en estas pocas páginas la verdad tal como fue revelada.