Un lugar para comenzar

Debes aprender a desarrollar el hábito de reconocer, relacionar, asimilar y utilizar los preceptos universales y adoptarlos como propios. Luego continúe con la acción deseable.

¿Y cuáles son los preceptos que podrías aplicar? Pueden ser aprendidos y aplicados por jóvenes y adultos:

La grandeza llega a quienes adquieren un deseo ardiente de lograr altas metas.

El éxito lo logran y mantienen aquellos que tratan de seguir adelante con una actitud mental positiva.

Para convertirse en un triunfador experto en cualquier acción humana, se requiere práctica. . . práctica . . . práctica.
El esfuerzo y el trabajo pueden volverse divertidos una vez que establezca metas particulares deseables.

Con cada adversidad hay una semilla de un beneficio equivalente o mejor para aquellos que están motivados con una actitud mental positiva para convertirse en triunfadores.

El mayor poder del hombre radica en el poder de la oración.

Para aprender y aplicar estos preceptos, sintonice su talismán invisible con el lado de la actitud mental positiva.
Somos los dueños de nuestro destino como lo somos, en primer lugar, de nuestras actitudes. Nuestras actitudes determinan nuestro futuro. Esta es una ley universal. Esta ley funciona ya sea que las actitudes sean destructivas o constructivas. La ley dice que traducimos en verdad física los pensamientos y actitudes que tenemos en nuestro cerebro, independientemente de lo que sean.

Traducimos en verdad los pensamientos de pobreza incluso tan rápido como lo hacemos con los pensamientos de riqueza. Pero si nuestra actitud hacia nosotros mismos es grande, y nuestra actitud hacia otras personas es generosa y misericordiosa, atraemos grandes y generosas porciones de éxito.