Hace muchos, muchos años, en un recóndito bosque en un planeta perdido vivía una pequeña hada, algo torpe y despistada, que no poseía ningún poder ni don especial... O eso al menos le decían los traviesos duendes. Nuestra pequeña Calamidad sintió que tenía que encontrar su gran poder de hada y, con firme determinación, decidió comenzar una gran aventura. No importaba el tiempo ni la distancia, lucharía con gran valentía, pues sabía que finalmente lo encontraría y lo traería consigo... Sin embargo, tan arduo viaje no lo podría hacer sola, así que confió su sueño a Prim, su fiel y viejo amigo dragón... Él nunca la había abandonado desde que cruzaron sus miradas muchos años atrás... ¿Os atrevéis a acompañarlos?