Para muchas personas aprender una lengua extranjera es una tarea complicada, pendiente y desmotivadora. Esto puede ser debido a muchos factores, pero fundamentalmente a la metodología que se utiliza en las aulas de inglés. Este libro pretende estudiar los diferentes enfoques para enseñar una lengua extranjera, así como el proceso de adquisición del segundo idioma, centrándose en qué papel juega la primera lengua y las variables psicológicas, sociales y ambientales que influyen este proceso. El conocimiento de estas perspectivas pretende dar a los profesores de inglés una visión más realista de los desafíos de la educación bilingüe, lo que les permitirá diseñar experiencias de aprendizaje más significativas para sus alumnos.