El humano ropaje que has portado por eones no te ha dejado ver que internamente eres una divinidad, un Cristo viviente, Dios mismo en acción regulando tus procesos vitales, dándote el aliento y pulsando la fina y plateada cuerda que anclada a tu corazón te conecta con el Uno, con el todo que individualmente contienes.
Eres infinito, eres poderoso, eres sabio y eres Amor… No te resignes a vivir una vida miserable e ignorante, no te sigas moviendo en las limitaciones generadas por tus sentimientos de miedo y de separatividad.
¡Decide ahora mismo ser, por fin y para siempre ser lo que realmente eres, espíritu infinito, vida eterna, verdad y Amor… ¡sal de la tenebrosa oscuridad y ánclate firmemente a la luz invencible del amor!
Diana de los Ángeles