De las Tinieblas a la Luz
ebook ∣ Salir de la Cueva de Platón y tomar conciencia
By Nicola Bizzi
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Sócrates, maestro de Platón, le enseñó a su discípulo el arte de la Mayéutica, que él supo luego utilizar en sus diálogos filosóficos. Pero pocos hoy recuerdan que maieutiké en griego antiguo significa literalmente "obstetricia".
Este método, de hecho, en las intenciones de Sócrates, pretendía encarnar una acción análoga a la de la partera. Él, en efecto, no tenía la pretensión de enseñar nada, ni mucho menos de introducir verdades en el alma de las personas. En cambio, intentaba llevarlas a dar a luz verdades desde sus propias mentes, impulsándolas así al despertar, a la Conciencia.
Como nos enseña Platón con su alegoría iniciática de la cueva, en la gran mayoría de los seres humanos, ofuscados por milenios de esclavitud contrainiciática, el solo pensamiento de un ascenso al mundo superior genera incomprensión, si no incluso miedo y consternación, porque en el fondo se engañan creyendo ser felices y protegidos en la oscuridad de su antro-prisión, mientras sus ojos son engañados por confusas sombras que los "guardianes" proyectan en la pared blanca de sus mentes. Es mucho más fácil, de hecho, no hacerse preguntas y vivir con ilusoria serenidad la propia Matrix cotidiana.
Este método, de hecho, en las intenciones de Sócrates, pretendía encarnar una acción análoga a la de la partera. Él, en efecto, no tenía la pretensión de enseñar nada, ni mucho menos de introducir verdades en el alma de las personas. En cambio, intentaba llevarlas a dar a luz verdades desde sus propias mentes, impulsándolas así al despertar, a la Conciencia.
Como nos enseña Platón con su alegoría iniciática de la cueva, en la gran mayoría de los seres humanos, ofuscados por milenios de esclavitud contrainiciática, el solo pensamiento de un ascenso al mundo superior genera incomprensión, si no incluso miedo y consternación, porque en el fondo se engañan creyendo ser felices y protegidos en la oscuridad de su antro-prisión, mientras sus ojos son engañados por confusas sombras que los "guardianes" proyectan en la pared blanca de sus mentes. Es mucho más fácil, de hecho, no hacerse preguntas y vivir con ilusoria serenidad la propia Matrix cotidiana.