A mediados del siglo VI, el emperador Justiniano y su esposa Teodora se proponen descubrir el secreto de la seda, una tela tan deseada y cotizada que su valor supera al del mismo oro. Nadie conoce si su origen es animal o vegetal, puesto que el emperador del país en donde se elabora (Serica), pena con la muerte a quien transmita o trafique cualquier conocimiento o producto relacionado con su producción. Para ello, dos mujeres (monjas cristianas nestorianas) y un hombre (guardia imperial), parten de Bizancio portando riquezas suficientes como para comprar almas. Llevan la secreta misión de conseguir las semillas y el misterio de la seda, con la intención de atravesar el imperio bizantino y el persa, para internarse en las tierras de Zonguo (actual China).

La aventura, el amor, los celos, el misterio, la vida, la muerte, el conocimiento, todo ello y más, se dan cita en un impresionante recorrido por los tres imperios más importantes de la antigüedad. En esta intensa obra, se desgranan diferentes valores y cobardías de la sociedad, muy de actualidad a día de hoy (igualdad de sexos, cultura, machismo, homosexualidad, racismo,...); sin perder el sentido del humor y la ironía, que se dejan ver mezclados con la misma crudeza de la vida y la insignificancia otorgada a la muerte.

Esta es una historia real.

«Quien posea el conocimiento de la seda tendrá en sus manos el tesoro más grande del mundo».

Teodora de Bizancio (497-548)