En la exploración de los orígenes del universo, ciencia y filosofía se entrelazan en un reino de mitologías y teorías cósmicas. El Génesis y el Big Bang convergen al describir un estado preluminoso, donde la oscuridad precede a la luz, explorando misterios que trascienden cada átomo de nuestra existencia. Estas narrativas, tanto creacionistas como científicas, revelan un vacío de potencialidad antes de la manifestación. La dualidad cósmica y existencial se refleja en interpretaciones filosóficas, conectando tradiciones cosmológicas y científicas contemporáneas. Esta convergencia invita a cuestionar el propósito del universo, profundizando en la relación íntima entre ciencia, fe y filosofía. Explorar estas fronteras es esencial para comprender la realidad y la existencia en este vasto universo, recordándonos que, a pesar de avances físicos y empíricos, aún queda mucho por explorar sobre nuestros orígenes y destino como especie pensante.