Imagínese haciendo una transición apresurada entre reuniones cruciales cuando un conocido con el que tiene poca familiaridad le ofrece una taza de café recién hecho. Ante su expresión de perplejidad, ella responde con una sonrisa, comentando que su apariencia sugiere una necesidad de rejuvenecimiento, y continúa con sus tareas.

El acto de bondad evoca una profunda respuesta emocional, mejorando el día de la persona. Más tarde, correspondes el acto de bondad ayudando a un pasante a resolver un problema relacionado con el proyecto y aliviar su sufrimiento. Al mismo tiempo, en otra parte del lugar de trabajo, otra persona abre apresuradamente la puerta para dar paso a un invitado que lleva cajas.

¿Qué está pasando en este lugar? Un solo acto de benevolencia y preocupación tiene un impacto en cascada en todo el lugar de trabajo. Generar energía positiva y promover la buena voluntad. Este fenómeno también puede manifestarse en la vida personal. Cuando un amigo lo invita a visitar su casa de vacaciones para un retiro muy necesario, es posible que se sienta inclinado a invitar a la familia a comer. El acto de ser generoso y amable conduce a un aumento de la generosidad y la bondad.