El libro analiza experiencias exiliares de trabajadores chilenos que se radicaron en el Noreste de Chubut, en Patagonia Argentina, después de producido el golpe de estado contra el presidente democrático Salvador Allende Gossens, en Septiembre de 1973. Se trata de una investigación que se halla en la encrucijada planteada entre la historia del pasado reciente y la memoria, con una perspectiva desde abajo, buscando conjugar la no uniformidad de la experiencia con la pretensión de generalidad y explicación de la ciencia social. Al trabajar con Historia Oral rescata prácticas, percepciones y discursos, develando la importancia del trabajo como factor organizador y estabilizador, lo que les permitió a los sujetos involucrados encontrar un sitio en la sociedad receptora, para ir desarmando las valijas, es decir, ir superando la transitoriedad; y dotándolos de una racionalidad que los hizo sobrellevar la invisibilidad y el destierro, eligiendo un destino posible. Fue una salida que los liberó pero que estuvo indisolublemente ligada al dolor por el desprendimiento de lo propio afectos personales, a la historia y los sueños compartidos- agravado ello por el pesar de la derrota y la incertidumbre frente al futuro.