Aprender a leer implica aprender a mirar y aprender a comprender. Amo profundamente el dibujo y también el contenido de este fascinante mundo. ¿Y qué son las letras, sino dibujos abstractos que hemos inventado los humanos? ¿Y las palabras, acaso no son música? Mi abecedario ilustrado ha buscado una selección cuidadosa de palabras que los niños (es decir, todos) pueden asociar a su día a día. Palabras que representan para cada una de las letras que componen el orden de nuestro alfabeto. El libro busca también ilustrar («hacer ilustres») estas palabras seleccionadas, con una cuidada elaboración de dibujos y paletas cromáticas, cuyo fin es evocar cuantas más sensaciones, mejor. Por último, Mi abecedario ilustrado quiere que todos lo disfrutemos: los más pequeños observando, y los más grandes, relatando. Cada palabra del alfabeto, cada imagen retratada, es definida con una poesía que habla de lo que la palabra significa, con un tinte nostálgico y a la vez soñador, siempre desde el alma, desde el corazón de nuestro niño interior.