Me llamo Oleksandr Yvanov, fui campeón de boxeo y no me gusta la prensa rosa. Sí, ya sé que me vais a decir que menuda presentación, pero a mí tampoco me gusta; de hecho, la detesto. Porque se han pasado toda mi carrera deportiva jodiéndome la vida inventando historias sobre mí que no eran ciertas. Huyo de ellos como de la peste, bueno de todos no, de Maddi no puedo. Cuando la vi por la tele por primera vez no pude dejar de mirar sus malditos labios rojos. Es mi talón de Aquiles, la única por la que haría una locura... o no.Me llamo Maddi López de Armentia y trabajo en la prensa rosa, aunque mi objetivo es ser periodista deportiva. Así que, tengo un plan: entrevistar al huraño Oleksandr Yvanov para conseguir ese acenso que me merezco. Lo que no esperaba era encontrarme con unas manos, unos ojos y una boca que cambiarían todos mis propósitos.¿Hasta dónde somos capaces de llegar por ambición? ¿Puede una atracción tan potente hacernos perder la cabeza?