Entre tambores y sonajas voy pariendo reúne poemas cuyos versos oscilan entre la fuerza abrumadora de la rebeldía, el murmullo del alma, y la conciencia existencial en estado de revelación o autoalumbramiento. Hay una sinestésica dimensión, desde donde la palabra cobra vida, es buscada, esperada, venerada y gozada. En ese universo de rugido y calma, las imágenes se presentan en dinámica sonora, con colores parlantes que proclaman, susurran o sugieren. En ellas, los contrastes se amalgaman con el agua desde sus diversas fuentes, el río, las lagunas, la lluvia, el vino, el útero. Es un poemario con una voz —todas las voces—. Todos los matices... todos los tambores... todas las sonajas.