Hay una bella Señora que ilumina nuestros días y nos protege de las acechanzas del demonio en este mundo tenebroso.

Es una Virgen joven y santa que no dudó en convertirse en la esclava del Señor. Ella es la Virgen María, una joven judía que encontró el favor de Dios debido a su ilimitada gracia y pureza y concibió a su hijo divino a través del Espíritu Santo que la cubrió con su sombra.
Ella es venerada en el Cristianismo como la madre de Dios, y educó admirablemente a Jesucristo su hijo a través de las mejores características de su maternidad hasta que estuvo listo para cumplir su misión de completar la obra de su Padre en el cielo en este mundo.
El autor presenta una breve semblanza de esta notable mujer enfocándose en cinco importantes aportes que María desinteresadamente dio a nuestro mundo como aún lo hace, y que pueden ayudarnos si aprendemos de ellos con honestidad y humildad para seguir y conectarnos con su hijo Jesucristo:
Cómo ser buenos discípulos como ella; cómo honrar y respetar su modelo femenino a seguir en nuestro mundo; cómo estar bajo su manto sagrado para protegernos de Satanás; cómo trabajar con eficacia para promover la obra de Jesús dentro de la iglesia que Él fundó; y cómo estar cerca de ella para entrar por las puertas del cielo en nuestras últimas horas en esta tierra.
Caminemos entonces con nuestra Reina Madre a los brazos abiertos de nuestro Señor Jesucristo.