Con un estilo claro y directo, el autor describe los personajes de este libro. Hombres fríos, mujeres infieles; solitarios apegados a una vida rutinaria; matrimonios que llegaron, tras años de convivencia, a una existencia gris y monótona; bohemios, prostitutas, y jóvenes alegres despreocupados, pero sin rumbo. A través de un lenguaje sencillo, el autor también elabora, de manera realista, las escenas y ambientes por donde transitan sus protagonistas. Grises oficinas sin más paisaje que las ventanas y balcones de los edificios, donde eventualmente alguna persona se asoma o se apoya en las barandas. Casas de barrios donde conviven matrimonios ya maduros, y otros jóvenes con ambiciones. Comercios de los suburbios donde las vecinas realizan sus compras, protestan por los aumentos de precios, comentan robos y separaciones. Borrachos y fracasados que deambulan por albergues y pensiones de poca monta habitados por prostitutas, vagabundos y ladronzuelos. Antiguas casonas transformadas en burdeles con sombrías habitaciones, alumbradas por la débil luz de lámparas solitarias que cuelgan del techo como un ojo que observa los pecados de los hombres. ¿Qué buscan todos ellos? Es lo que hay que descubrir.