Las deudas son una de las situaciones más estresantes a las que puede enfrentarse cualquiera. Tratar con agencias de cobro o cobradores es aún más desagradable. Las constantes llamadas telefónicas y cartas pueden tener un impacto psicológico negativo.

Es importante dirigirte a tu deuda y a los cobradores directamente. La respuesta habitual de la mayoría de los deudores es esconderse. No quieren responder al teléfono ni abrir el correo. No se tarda en reconocer una carta de cobro a tres metros de distancia.

Pero mientras te escondes, la deuda no desaparece y el daño a tu informe crediticio no hace más que aumentar. Tienes más opciones y una posición negociadora más fuerte de lo que crees. En realidad, es muy poco lo que puede hacer un cobrador si la deuda no está garantizada. Saber esto te pone en una posición poderosa. Con este eBook aprenderás cómo salir sonriendo después de pagar tus deudas.