Soy sobreviviente del conflicto armado interno en Colombia, la vida nunca vuelve a ser la misma cuando somos testigos de crímenes de guerra y de Lesa humanidad, un holocausto que ha violado los Derechos Humanos a 835,000 víctimas, 16,789 niños niñas y adolescentes reclutados, 6,401 falsos positivos, 250,000 muertos y según la investigación de la JEP Fiscalía, las guerrillas terroristas, fuerzas militares debaten quien es el "héroe." Sin la intervención de la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos, o la Corte Penal de Washington es imposibíe que se aplique Justicia, y si no doy a conocer al mundo esta catarsis, estamos condenados a repetirla en Colombia. Nuestros dolores no merecen el nombre de sufrimiento. Cuando consideramos mis cruces, infortunios, tribulaciones y tentaciones, ver mi vergüenza y mi pena enormes y me doy cuenta lo insignificante que son en comparación con los sufrimientos de mi Bendito Salvador. Amigo lector, ¿cuando tu lees un libro no vuelves a ser el mismo? Cuando tu adquieras este libro apoyas a un colectivo de niños marginados. No me he casado porque no he pescado nada grande, porque la vida de un niño no vale un centavo de dólar en Colombia.

Pajarito Fénix.