La serie de obras titulada Ametsak («Sueños», en euskera), que consta de tres partes separadas, refleja mi continuado interés por los procesos mentales, y muy especialmente por aquellos que afectan a la memoria y su funcionamiento. Estos intereses, al traducirse a música, ayudan a hacer más maleable la estructura del sonido, y también a flexibilizar su disposición temporal. La instrumentación de Ametsak 3, la última obra del ciclo, coincide con la de las dos obras anteriores, y ha sido igualmente elegida para potenciar el empleo de registros extremos que me permiten crear una mayor sensación de volumen al cubrirse todo el espectro. A modo de culminación de este tríptico sonoro, se explotan los límites de la percepción aplicados a elementos extremos que se alejan de lo real, tanto en continua alternancia como mediante la superposición de distintos tiempos musicales, lo que dota a la obra de una gran plasticidad. Los sueños nos muestran una realidad distorsionada, donde el tiempo escapa a toda lógica. A mi modo de ver, esta alteración en la percepción del tiempo está íntimamente ligada a la naturaleza de un arte como es la música, que conceptualmente tiene un propósito fundamental: detener el tiempo o situarse más allá de él. Ametsak 3 está dedicada al ensemble recherche, que la estrenará en la temporada 2021-2022 en Friburgo (Alemania).