Este cuento trata sobre una historia de amor muy extraña. Luis María Funes, perteneciente a una de las familia patricias del país, se pone en contacto con el Ingeniero Carlos Durán, del que era ligeramente conocido. El y el Dr Ayestarain le cuentan que la hemana de Luis María, María Elvira, está aquejada de lo que parece una grave Meningitis que la tiene postrada en cama con un serio cuadro febril. Según cuentan, la muchacha –a la cuál Durán apenas conoce de una breve conversación está muy grave y temen por su vida. La cuestión es que en el sopor de la fiebre, repite constantemente el nombre del ingeniero; por ello, le piden a éste que visite a la enferma por si ello le pudiera aliviar. Durán accede con mucha reticencia y visita a la joven todas los días, sentándose junto a su cama y agarrándole la mano. Cada día que pasa la enferma mejora, y con el paso de los días, Durán se enamora locamente de la muchacha. Llega el día en el que María Elvira se recupera totalmente y parece no recordar nada de lo que decía durante la enfermedad... el niño ha desaparecido...