No muchos de los habitantes de Buenos Aires, saben a quién, o a qué acontecimiento se ha querido homenajear, dándole su nombre que se le dio a las calles de Buenos Aires. Descubrirlo, es una manera de aprender un pedacito de nuestra historia. Averiguando la nomenclatura, un porteño curioso puede encontrarse con sorpresas: nombres simpáticos, personajes ignotos, famosos olvidados, pequeñas grandes anécdotas escondidas detrás de una palabra. Y entender un poco más por qué somos como somos. Es que el hombre de la calle habla de una sociedad: de sus ídolos, sus olvidos y sus valores.

JUAN DE GARAY trazó la base de una ciudad en la orilla derecha del Río de la Plata, el 11 de junio de 1580, y no existía siquiera la suposición de que sus caminos se convirtieran en símbolos fundamentales de la historia de Buenos Aires. Por sus calles la ciudad dejó de ser aldea, con ellas se quiso recrear París y todas fueron bautizadas por el cielo, los santos y los hombres. Después de las invasiones inglesas (1806/1807), se cambiaron a las calles los nombres del martirologio, por el de aquellos patriotas que se habían destacado en la defensa de Buenos Aires, contra los invasores.

En este libro encontrara un panorama histórico sobre el significado de cada calle, avenida, cortada o arteria de la Ciudad de Buenos Aires para que descubra el sentido simbólico de las distintas denominaciones y por qué se recuerda u homenajea al personaje, evento, o lugar en cuestión.