La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad que probablemente más impacto social está generando a nivel de cuidados y dependencia, no solo porque la esperanza de vida es mayor que hace algunos años, sino porque afecta cada vez a edades más tempranas, y nuestra alimentación va más en contra. Las enfermedades causadas por la alimentación cada vez ocupan más lugar en la estadística de muertes en occidente. La enfermedad de Alzheimer y otras demencias, además de otras enfermedades neurodegenerativas menos frecuentes, cada vez afectan a más personas, no habiendo tratamiento farmacológico específico y efectivo para ellas. Para mantener un adecuado estado de salud, es necesario mantener unos hábitos de vida y nutricionales adecuados. Todo se basa en la prevención, y una vez detectado, en hacer lo que se podía haber hecho antes: intervenir en la alimentación, estimulación cognitiva y terapias no farmacológicas.