Cuando el niño está cercano a cumplir un año de vida ya es un poco más independiente y realiza acciones sencillas por sí solo, sobre todo aquellas que suelen ser llamativas para los adultos: canta, baila e intenta focalizar la atención de los otros hacia ellos con más ahínco. Se relaciona afablemente con otros miembros de su familia y no se asusta ni llora cuando se le acercan personas que no son tan conocidas, sobre todo si advierte la proximidad de alguien que sí lo es. Su comprensión comienza a desarrollarse, ya conoce el significado de las expresiones "se puede" y "no se puede". Si desea conocer estas y otras particularidades, sobre los cambios y progresos que experimentan los bebés en esta etapa, es indispensable que consulte el volumen dos de la colección que ponemos a su disposición. En él también podrá encontrar una serie de indicaciones pormenorizadas sobre el cuidado que deben recibir los pequeños.