Un bebé de tres meses reconoce a sus seres queridos más allegados, les sonríe, y ya con seis, es capaz de reaccionar a la proximidad de un desconocido. En el período en cuestión, al niño le resultan muy agradables las muestras de afecto, puede seguir con la mirada los objetos que le muestran, e incluso, girar la cabeza para identificar voces lejanas. Si desea conocer estas y otras particularidades, sobre los cambios y progresos que experimentan los bebés en esta etapa, es indispensable que consulte el volumen dos de la colección que ponemos a su disposición. En él también podrá encontrar una serie de indicaciones pormenorizadas sobre el cuidado que deben recibir los pequeños.