Pingüis X nació en un taller de narrativa donde, inspirada por mi hijo, decidí crear un cuento en torno a ese sobrenombre tan peculiar. La experiencia se transformó en un trabajo de equipo en familia, un fiel testimonio del amor.
Descubrimos fibras que no conocíamos uno del otro, estrechamos lazos, disfrutamos el proyecto y ya estamos planeando nuevas aventuras sobre tinta y papel.
Gracias a la colaboración de Yazmin D. Baime tomó forma a los ojos con su sensibilidad artística, logrando retratar –más que un personaje– la esencia del mensaje.
Las mejores respuestas siempre las tienen los niños, son los mejores maestros; este material es producto de sus enseñanzas.
Te invito a leer estas líneas con ojos de niño. Rescatemos la infancia interior mirando el mundo con otros ojos.