En la Biblia, el pueblo de Israel afirmaba que adoraba a Dios, pero en realidad siguieron a Jeroboam y adoraron a un becerro de oro. En realidad, en más de 2/3 de la historia de Israel, la gente adoró a diferentes becerros de oro porque pensaba que era Dios. Incluso hoy en día hay personas que siguen sin darse cuanta de que Jesucristo, que ha venido por el Evangelio del agua y el Espíritu, es su verdadero Salvador. Por eso hay muchos judíos que todavía esperan a su Salvador.
Entonces, ¿cómo es la fe de aquellos de ustedes que dicen ser cristianos en esta era del Nuevo Testamento? ¿Creen en Dios y le siguen porque le conocen de verdad? Si no es así, ¿acaso no están adorando a un becerro de oro pensando que es Dios? Si son así, deben darse cuenta de que están adorando a un ídolo y no a Dios, como el pueblo de Israel. Por eso deben arrepentirse y encontrar al Señor que ha venido por el Evangelio del agua y el Espíritu. Estoy convencido de que podrán creer en la Verdad del Evangelio cuando se den cuenta de lo que es la Verdad de salvación contenida en el Evangelio del agua y el Espíritu, ¿no es así?
Me gustaría dar testimonio de la verdadera fe y de la Verdad, bajo el título Los herejes que siguieron el pecado de Jeroboam. Espero que ustedes tengan la misma fe que yo tengo.