Si te sientes solo mientras lees esto, no estás solo. La razón por la que he elaborado este libro es porque sé lo que se siente. La soledad es un tema que me toca muy de cerca porque he pasado por las profundidades de los sentimientos vacíos y sin sentido muchas veces y no soy nuevo en ese tipo de sentimiento.

He sentido cada uno de los momentos de agobio. Las largas, larguísimas horas que parecen días, las noches solitarias en las que lloro en silencio, empapando mi almohada salada de lágrimas, la falta de ganas de afrontar el día siguiente y la idea de querer acabar con todo.

No importa si tienes una novia-novio, un marido o una esposa. No importa lo cerca que estés de ellos, ¡hay partes de ti que simplemente no entienden! El dolor no desaparece después de confiar en tu mejor amigo, tu grupo de amigos o incluso tu consejero. Nadie parece entenderte y sin embargo quieres que sientan tu dolor.