Serie Aquelarre Volumen I Aelén acaba de descubrir dos cosas. La primera, que en su ático se ha colado un demonio... la segunda, que no le da miedo, aunque sea terriblemente guapo y peligroso. La joven y despistada Aelén sueña con ser la mejor pastelera. El inconveniente es que desde que ha aprendido a invocar a un demonio irresistiblemente peligroso, Samael, los problemas se le están acumulando; haber nacido en una familia de brujas careciendo prácticamente de cualquier talento mágico no la está ayudando en absoluto. ¿Le servirá su tarta de chocolate, famosa en toda la ciudad y parte del universo, para descubrir que el mejor truco de magia es aprender a tomar las riendas de su propia vida? En un despacho contra el que siempre llueve o se difumina la niebla, Samael se ha acostumbrado a dirigir negocios ciertamente provechosos. Allí parece mantenerse distraído del paraíso que una vez ocupó. Lo que no sabe es que a veces, cuando sepultas tus deseos bajo el peso de responsabilidades mundanas, la débil luz de una vela puede ganar fuerza recordándote el calor que intentas olvidar; sobre todo cuando ese calor tiene algo que ver con la sangre de la joven y confiada Aelén. ¿O será el sabor de su tarta de chocolate lo que lo ha puesto todo patas arriba? Aelén y Samael tienen muchas razones para evitarse. Una de ellas es que él está dispuesto a beber su sangre hasta la última gota. Otra, puede que la más importante, que Aelén no permitirá que ninguna distracción la aleje de su camino; sabe que está construido del mismo material que los sueños imposibles. No le importa porque su felicidad depende de convertirse en la pastelera que quiere ser. ¿Habrá tenido en cuenta a Samael como parte de los ingredientes? Aelén prepara las mejores tartas de chocolate... Y en el infierno tampoco pueden resistirse.