Todo cuanto se relata en la historia principal de esta obra está basado en hechos reales, exagerados y tergiversados premeditadamente para darle un contexto medieval y fantástico. Así la "bestia humeante" es en realidad un Land Rover, "el minotauro" era una vaca lechera que pastaba libremente en el campo, "quemar un as de bastos" era fumarse un porro de hachís o luchar contra "dragones alados" era quitarse de encima los numerosos mosquitos que lo llenaban a uno de picaduras, por poner algunos ejemplos. He guardado este manuscrito más de treinta años junto al resto de los recuerdos que uno suele atesorar y que con el tiempo, se convierten en nuestro principal nexo que, como un ancla, nos une al pasado y, en este caso, a ese especial episodio de nuestra juventud, que solo se puede entender desde la experiencia de quienes tuvimos que realizar, por suerte o por mala fortuna, el servicio militar obligatorio. Solo espero que, para el lector sea, como mínimo, la mitad de divertido de lo que lo fue para nosotros en aquellos días en los que lo escribí para mis compañeros de armas, a quienes no he visto nunca más y a los que desde entonces extraño.