A manos llenas poesía intima, dócil, sensitiva, erótica y contenido casi filosófico. Allí crece, como la gente, como los árboles, arraigada en el corazón de una manzana. Enfrenta dolor y amor a manos llenas y, es catarsis de realidades y vivencias universales, dado, que la negación es la esencia de todas las verdades. La muerte, última verdad, está expuesta desde un punto casi místico, se la seduce y acepta como puntal de la soledad que prevemos. Todo lo escrito, no tiene tiempo, es un círculo vicioso donde el hombre y la fantasía tienen el máximo valor.