Allan Kardec se dedicó, mientras estaba encarnado, a divulgar activamente los principios de la Doctrina Espirita. Con ese objetivo redactó una serie de opúsculos que tuvieron gran aceptación por parte del público y fueron reeditados en numerosas ocasiones.

El Espiritismo en su más simple expresión es una exposición sumaria de la enseñanza de los Espíritus y de sus manifestaciones. El opúsculo está compuesto de tres capítulos: "Reseña histórica del espiritismo", "Resumen de la enseñanza de los Espíritus" y "Máximas extraídas de la enseñanza de los Espíritus".