Guillermina Quindós posee esa rara cualidad de los artistas que pueden expresarse en más de una disciplina. Reconocida como artista ES hoy nos ofrece una nueva faceta como escritora. En este libro donde nos narra, con fluidez y maestría, las historias

que ha ido recopilando de su propia infancia y de otras que reales o imaginarias le resultan cercanas, logra conmovernos y hacernos sonreír, pero sobre todo, logra hacernos comprender las vivencias que nos marcaron para toda la vida. Seguramente el lector encontrará en las líneas de este libro una memoria de lo que fue su propia niñez y el placer de navegar por la bella narrativa de la autora.

-María Gabriela Dumay

Critica de Arte

"...páginas con frecuencia impregnadas de tristeza, de dolor y hasta de resentimiento, pero igualmente de amor y de comprensión. Aparece un desafile de infancias que pidieron ser contadas, de niñeces que marcaron a sus legítimos dueños para señalarlos con signos de identidad, que formarían parte indisoluble de su destino.

Bienvenido a estas letras de Guillermina Quindós no solo por estar bien escritas, sino por confrontarnos de alguna manera con nuestro propio pasado infantil y con sus consecuencias que estamos viviendo.

-José N. Iturriaga

Historiador

Guillermina Quindós no se queda en la manera exposición de historia interesantes acerca de personajes en esta primera etapa de la existencia, a la que algunos ingenuos todavía se atreven a calificar como la edad más feliz, logra hacer relatos vivos y muy profundos de la emocionalidad siempre volátil y tan misericordiosa como la esencia misma donde el alma surge: el alma. No es fácil relatar y colorear los sentimientos para exponerlos en su crudeza y su extraña hermosura; pero ella lo consigue con una facilidad que augura muchas cosas dignas de leerse en el futuro de su carrera literaria que se inicia de manera tan brillante.

-Rubén Pizano

Dramaturgo