Los orígenes de la denominada "cuestión social" argentina datan de la última década del siglo XIX. Hace referencia a las consecuencias sociales de la inmigración masiva, la industrialización y urbanización que transformaron al país.
Estas consecuencias fueron los problemas sanitarios, de higiene, de vivienda, el aumento de la criminalidad urbana, y la protesta obrera que se expresaba a través de las nuevas corrientes anarquistas y socialistas que desafiaban la legitimidad de las instituciones políticas y económicas.
En el caso argentino, podemos delimitar este período entre principios de siglo y la Primera Guerra Mundial. Entre 1870 y 1914, llegaron al país, 6.000.000 de inmigrantes. En 1914 el porcentaje de extranjeros en la población alcanza un 30% (80% del cual es de origen italiano y español). Así, Buenos Aires, con excepción de Hamburgo, es la ciudad de mayor densidad poblacional del mundo occidental.