A partir de los años sesenta se da un nuevo giro en los estudios de la lingüística. En él aparecen autores como Barthes, Bajtin, Jakobson, Benveniste, Eco, etc. Estos autores se interesan por estudiar los signos y el lenguaje en su uso concreto en la sociedad, no como meros entes teóricos, abstractos. Por lo que la publicidad, la fotografía, la crónica periodística, el ensayo argumentativo, etc., son discursos. Entonces la teoría de enunciación produce un análisis del discurso cuya finalidad es encontrar los efectos de sentido (o de significación) que hace el autor en los enunciados.
Para esto se elaboran teoría lingüísticas sobre la base del esquema de comunicación. En estas teorías la unidad de significación no es solo un signo sino un TEXTO que se puede expresar en enunciados.
Pero podemos clasificar los textos según su universo de expresión. Estos modelos de expresión en los que un sujeto elabora su forma de entender las cosas del mundo que lo rodean ya sí mismo se llaman DISCURSOS.