Terminando el siglo XIX los países centrales experimentaron una transformación en la producción y se impuso un nuevo orden en la producción y en el comercio internacional. En esta etapa la idea de un ESTADO-NACIÓN se había transformado en la opción fundamental para RESTAURAR Y PRODUCIR una nueva LEGITIMIDAD DEL PODER DEL ESTADO y en uno de los instrumentos necesarios para el AFIANZAMIENTO DEL SISTEMA DE LA DIVISIÓN INTERNACIONAL DE TRABAJO y para la expansión vinculada al imperialismo.
LA INTRODUCCIÓN DE AMÉRICA LATINA EN ESTE CONTEXTO INTERNACIONAL, ERA NECESARIA PARA EL DESARROLLO DE SU ECONOMÍA Y ERA LA CONDICIÓN PARA LA INTERVENCIÓN EN LOS CAMBIOS. PARA ESTE OBJETIVO ERA FUNDAMENTAL LA FUERZA Y EL PODER DEL ESTADO.