Puentes, vacaciones, fines de semana, e incluso una larga jornada laboral, pueden ser motivo de ausencia prolongada del hogar. Por ello, si no se desea tener un disgusto al volver a casa, es imprescindible tomar algunas medidas que eviten cualquier robo. Para impedir la visita de los "cacos", es preciso prestar mucha atención a las condiciones de la casa y las facilidades que se les da. Pero seguir estos consejos no siempre basta, hay que tomar medidas contundentes, que pasan por la instalación de un sistema de alarma para proteger el inmueble y sus bienes. No hay una receta mágica para ahuyentar la visita de los ladrones, aunque si se implanta un adecuado sistema de alarma, se lo pensarán más. Eso sí, contratar un sistema que proteja el hogar puede resultar una tarea sencilla o un auténtico quebradero de cabeza, según se hagan las cosas. Es imprescindible prestar mucha atención a qué servicios generan y cuáles son los más adecuados para cada vivienda. Hay muchas modalidades, desde las que emiten un sonido cuando se vulnera la propiedad privada, a aquellas que incorporan la grabación de imágenes, sin olvidar las nuevas tecnologías, que pueden ser aún más efectivas y con unas tarifas más competitivas.

Es prioritario que la empresa de seguridad ofrezca un modelo enfocado a las características de cada hogar, pero además, ha de garantizar un servicio de mantenimiento y soporte técnico durante todo el año y a cualquier hora del día. Y no solo para la función de protección, sino para subsanar cualquier avería o desperfecto, así como para resolver dudas sobre el funcionamiento, etc.

Tampoco debe minusvalorarse la facilidad para ponerse en contacto con el suministrador del servicio, ya sea porque no se puede activar el sistema o porque los propietarios se ausentarán durante muchos días. En este caso, se debe facilitar a la central los datos de las personas que quedarán a cargo de la propiedad en los días de ausencia.

¿Qué sistema de alarma es mejor?

Más que un sistema mejor que otro, existe el idóneo para cada casa y cada necesidad:

Si se opta por alarmas más sencillas, compuestas por un sistema acústico y unos sensores que basan su funcionamiento en alertar al usuario mediante un mensaje de texto o una llamada telefónica, el desembolso para su instalación no sobrepasará 1.000 euros. Además, se abona en una cuota mensual de entre 5 y 10 euros.

En los casos en que se requieran sistemas más avanzados, hay equipos más sofisticados, conectados con una central receptora de alarmas y que alerta a la policía en pocos segundos de estas visitas. El presupuesto para afrontar este gasto se puede disparar hasta 5.000 euros, pero puede evitarse hacerlo de una vez a través de un contrato con una cuota mensual en torno a 30 euros.

Respecto a las cerraduras electrónicas inteligentes, son sistemas que permiten cerrar y abrir las puertas de forma inalámbrica y remota, incluso desde el móvil. Su instalación conlleva un desembolso inicial de entre 100 y 200 euros, para luego pagar cuotas mensuales de dos euros, aproximadamente.

Cómo abaratar el presupuesto

Si el presupuesto para incorporar estos sistemas de seguridad no se puede afrontar, no hay por qué renunciar, ya que los gastos pueden reducirse si se adoptan algunas estrategias:

Contratar alarmas sin cuotas y sin contratos de permanencia. A través de un sistema en el que solo se paga por el material instalado. Avisa directamente al teléfono móvil, o navegador del ordenador, de las incidencias en el hogar. Su instalación tiene un coste más barato.

Si se dispone de un seguro de hogar, saldrá más económica la instalación, al...