Las agencias inmobiliarias más afianzadas ofrecen todo tipo de servicios relacionados con la consultoría y la intermediación dentro de su sector. Se dedican a la compraventa de inmuebles, tanto en obra nueva como en segundas transmisiones, ya sea de viviendas, locales y oficinas, lonjas industriales etc. Algunas incluso operan también fuera de las fronteras españolas. La intermediación en el alquiler y la administración de pisos y casas son otras de sus líneas de negocio. Las agencias tienen un seguro que les avala en su compromiso de cobro de las mensualidades al inquilino, para una defensa jurídica si fuera necesaria y ante posibles desperfectos ocasionados en el domicilio. Últimamente, dentro de esas labores de asesoramiento, inversión y gestión del patrimonio inmobiliario determinadas firmas desarrollan otra actividad: la compra directa de viviendas. En estos casos, la agencia se pone en contacto con los propietarios del inmueble o son éstos los que se dirigen a la inmobiliaria para evitarse el enseñar la casa y esperar ofertas de particulares. Normalmente de forma gratuita y después de haber concertado una cita, uno o varios empleados de la agencia visitarán a la casa, tomarán medidas, harán fotos, comprobaciones rutinarias para observar el estado del edificio y otras averiguaciones. Al cabo de unos días, tras la oportuna valoración por parte de la agencia y si es que ésta decide interesarse efectivamente en su compra, el propietario recibirá una oferta económica. A partir de ahí, si ambas partes se ponen de acuerdo respecto al precio, se iniciará el proceso habitual de compraventa El crédito hipotecario es un tipo de crédito que está respaldado por una garantía hipotecaria. Es decir, si el deudor del crédito no pudiera pagar las cuotas, el acreedor podría llegar a quedarse con el activo hipotecado (normalmente una vivienda). El libro incorpora de forma íntegra y actualizada la Ley reguladora de los contratos de crédito inmobiliario.