EL COLAPSO ECONÓMICO ARGENTINO DE 2001 TUVO TODOS LOS ELEMENTOS DE LA GRAN DEPRESIÓN MUNDIAL DE 1930: expropiación de pequeños ahorristas, quiebras de fábricas, cierres de comercios, desaparición de la moneda, generalización de la miseria, la pobreza y el desempleo, desesperación de la clase media y huída de profesionales. Un derrumbe nunca visto antes en la historia nacional, con altos niveles de desnutrición y gente revolviendo la basura en un país que es el quinto exportador mundial de alimentos.
Luego del pozo de 2001-2002 Argentina COMENZÓ SU REACTIVACIÓN: la economía se estabilizó, logrando altas tasas de crecimiento, récord de exportaciones y elevadas ganancias, reduciéndose la pobreza, el desempleo y la degradación salarial. Ya no hay trueque y los bancos funcionan, con una moneda y un ritmo comercial normal.
LA CLASE DOMINANTE RESPIRA ALIVIADA PORQUE HAY UN GOBIERNO QUE RESTABLECIÓ LA AUTORIDAD POLÍTICA Y REDUJO LA EXPLOSIVIDAD DE LA PROTESTA SOCIAL.
EL CONTEXTO INTERNACIONAL HA PASADO DE SER NEGATIVO A POSITIVO. La convertibilidad (1 a 1 peso-dólar) ha sido reemplazada por un tipo de cambio alto (3 pesos = 1 dólar) y se logró superávit fiscal y una sustitución inicial de importaciones que revirtió la apertura comercial de la etapa anterior.
La PREGUNTA CENTRAL es SI EL MODELO HA CAMBIADO, o más aún, SI LA POLÍTICA OFICIAL MODIFICÓ O CONSOLIDÓ LA REGRESIÓN EN LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO.
Para abordar el tema, hemos resumido lo esencial de "Coyuntura, modelo y distribución", de Claudio Katz.