En el momento de la incorporación definitiva de la Argentina al mercado mundial, estaban modificándose las condiciones de los principios del libre cambio. Mientras Gran Bretaña lo sostenía en vista de su poderío económico, otros países -como Estados Unidos, Alemania y Francia- aspirantes a potencias económicas aplicaban el proteccionismo para impulsar sus industrias. Amenazaban de este modo la hegemonía británica.

Es en ese marco que la Argentina se incorporó al mercado mundial como proveedora de materias primas y alimentos, y compradora de productos e insumos industriales.,