La ciudad de Rosario no tuvo fundación precisa, se originó a partir de un alto en el camino que conectaba a Buenos Aires con el interior del país, motivando un punto de descanso en el trayecto monótono de los viajeros. El espacio que sirvió de asentamiento inicial para las tropas de carretas, dio lugar a la configuración de una plaza. Así, se fue generando un incipiente villorrio que por la cercanía de una ensenada natural favoreció el intercambio fluvial por el río Paraná. Surgieron a partir de 1900 los primeros edificios de renta en altura que quebraron el horizonte chato rosarino. El proceso se cerró en 1948 porque la ley de propiedad horizontal cambió la orientación en la inversión de renta. Más de cincuenta casos fueron detectados dentro del periodo en estudio, se determinó que se inscribieron dentro de dos paradigmas separados por una etapa intermedia a modo de zona gris. El primero, cuyo común denominador fue la idea de traslación de modalidades de diseño ya probadas; mientras que el ultimo agrupó obras de marcada sinceridad en sus planteos generales, propiciando organismos únicos de notable coherencia todos diferentes entre sí.