No es lo mismo bienestar que felicidad. A grandes rasgos, el bienestar es un estado de satisfacción temporal, mientras que la felicidad es un misterioso estado de satisfacción plena, que perdura a lo largo del tiempo, siendo difícil saber qué hace felices a los individuos e incentivarlos para que realmente puedan perseguir y alcanzar la felicidad.

Igualmente, buscar y conquistar la felicidad es una cuestión de actitudes y llevar una vida ejemplar y virtuosa, asumiendo responsabilidades con la sociedad y el Señor, incluso desafiando las adversidades y las duras realidades de la vida.

Y a pesar que es muy difícil alcanzar la felicidad, en esta época postmoderna, en la cual se avala erróneamente que el éxito material es la base de la felicidad (diversos estudios económicos demuestran lo contrario), sí la podemos conquistar, en concordancia con los principios, la moral, la ética, las creencias religiosas, las actitudes adecuadas y las mejores decisiones...