El transcurso de 1844 nos descubre a un Kierkegaard entregado a una volcánica producción literaria. De ella nacerán, ese mismo año, seis de sus grandes obras cuyos esbozos recogemos aquí: Dos discursos edificantes, Tres discursos edificantes, Migajas filosóficas, El concepto de la angustia, Prefacios y Cuatro discursos edificantes. Por si fuera poco, su autor ensaya durante este periodo los primeros fragmentos de los Estadios en el camino de la vida. Continúan en este volumen la crítica kierkegaardiana a la banalidad de la cultura, los destellos poéticos de su prosa, la agudeza de su exploración psicológica y su comprensión dialéctica de lo real. Detrás de esa potencia intelectual desplegada en todo su esplendor, asomará el trasfondo íntimo de Kierkegaard: ese profundo dolor llamado Regina, la espina en la carne, una callada desesperación y la radicalidad de su experiencia religiosa.