El legado de Jesús es realmente extraordinario. Tanto es así que el cristianismo es el movimiento social y religioso más relevante de la historia y fue el que dio inicio a la defensa de los derechos humanos.

Es relevante resaltar que Jesús, un excepcional orador, quien lidió con personas radicales, acostumbradas a seguir con sus tradiciones religiosas y esperar por la llegada de un Mesías guerrero, conocía la naturaleza humana, y se destacó por decir mucho con pocas palabras, no transmitir sus ideas directamente (ayudando a sus discípulos a razonar y comprender mensajes complejos), y reforzar progresivamente sus grandes enseñanzas, las cuales incluyen más de 40 parábolas, y el origen y el desarrollo de la ética cristiana.

Más aún, Jesús, también conocido como el Maestro, guió a la humanidad hacia un camino de bondad y perfección espiritual, esperando que las personas descubran su propósito existencial (sentido de la vida), desarrollen su potencial, y logren acercarse a Dios con amor, fe y esperanza.