Recoge Huella en las hojas una selección de poemas que rinden explícitos o tácitos homenajes. La antología abarca desde El jardín mojado, el primer libro mío que entró en imprenta (que no escrito, pues éste fue Espejo de príncipes rebeldes), hasta el último editado a la fecha, Escritura o Paraíso. Diecisiete años median entre ambos: de 1981 a 1998. A estos poemas he añadido algunos no recogidos en libros. En unos casos, el escritor (Juan Ramón Jiménez, Proust, Safo, Lorca, Vallejo, Antonio Machado...) es claramente protagonista; en otros, lo son sus personajes (James Barrie a través de Peter Pan, Shakespeare por Hamlet...) o sus símbolos (Manrique y su río, Borges y sus senderos bifurcados); y a veces, se trata de un guiño literario, una alusión, ya velada, desnuda ya, a la persona o su obra (san Juan de la Cruz, Rimbaud, Rilke, Dante, Wilde, Conrad...), o una cita: es el caso de Cernuda, que así se incorpora directamente a los versos propios. Pero no sólo poetas o novelistas son los sujetos en la ceremonia del verso, también músicos, como Mahler, filósofos como el oscuro Heráclito, pintores como Leonardo o Botticelli, escultores como Rodin, incluso actrices, Audrey Hepburn, que, a través de Desayuno con diamantes, enlaza con Truman Capote..., todos dejan su huella en estas hojas. Un bosque. Un bosque amado.