En los Dolomitas Friulanos y de Oltrepiave la relación entre el hombre y la naturaleza está claramente desequilibrada en favor de esta última. Las estribaciones orientales más remotas y salvajes de los Dolomitas están delimitadas al norte, al oeste y al este por los cauces del Tagliamento, el Piave y el Meduna. El lado meridional, en cambio, es como un colador y sirve de vía de escape a muchos otros ríos que bajan a las llanuras descargando la gran cantidad de agua que distingue a este sector de montaña. Son aguas que comprenden todas las tonalidades, del verde manzana al azul marino; aguas que alimentan torrentes, ríos, arroyos y lagos artificiales, cascadas y caídas; aguas que contribuyen a definir la orografía compleja de esta región, donde ríos ramificados avanzan por valles cerrados dibujando tramas inesperadamente artísticas en el suelo o excavan barrancos y cañones marmitas y grutas. Todo ello, escondido en bosques impenetrables y protegido por paredes verticales, cumbres y agujas rocosas.