La motivación constituye una disposición, energía o fuerza que obliga a las personas a actuar, y puede surgir hasta en las condiciones más adversas. Además, sin la misma es casi imposible que los individuos puedan utilizar sus mejores cualidades y desarrollar plenamente su potencial.

Obviamente, no es fácil comprender la motivación porque ésta es causa y consecuencia de diversas actitudes y comportamientos, responde a factores internos y externos, requiere de cierto nivel de optimismo y expectativas positivas, y al igual que la resiliencia se manifiesta de una manera particular y selectiva, en menor o mayor grado, en cada quien.

Por ende, para analizar la motivación es necesario vislumbrar la compleja naturaleza humana, al menos evaluar una historia exitosa en la cual asombrosamente se despertó la motivación (como es el caso de Job) y comprender su maravilloso secreto, vinculado con oportunidades y expectativas de satisfacer determinadas necesidades.