Siempre habrá un hombre y una mujer que se encuentren a destiempo, pero a pesar de eso, el amor surgirá con tanta naturalidad como una flor que nadie ha sembrado. La intensa relación amorosa entre Valeria y Enrique invita al lector a participar del secreto celosamente guardado que solo podrá ser descubierto tras la muerte de Enrique. Prólogo, Teresa Calderón, escritora