"Libre, como el sol cuando amanece,/ yo soy libre como el mar./ Libre como el ave que escapó de su prisión/ y puede, al fin, volar./ Libre como el viento/ que recoge mi lamento y mi pesar,/ camino sin cesar detrás de la verdad/ y sabré lo que es, al fin, la libertad". Es lo que dice la canción popularizada por el cantante español Nino Bravo en el año 1972. Es como solemos imaginarnos la libertad, pero, ¿será así?

A riesgo de romper la metáfora necesitamos entender que el sol sólo puede salir cada mañana porque tiene una órbita que no se altera; el mar no es tan libre que digamos, sigue una secuencia de leyes naturales claras, cuando eso se afecta se produce un Tsunami, por ejemplo; las aves pueden volar, pero no pueden reptar como otros animales; el viento es libre, pero cuando se alteran algunas de las leyes que la rigen se producen los tornados y los huracanes; y así sucesivamente.

La libertad es un ideal extraordinario. Los seres humanos son libres, pero su libertad es precaria si no se entiende que debe ejercerse dentro de límites. No puedo agredir impunemente a otro ser humano, por ejemplo, debo "controlar" mi libertad, de no ser así debo atenerme a las consecuencias.

La vida humana exige aprender a ejercer la libertad con responsabilidad, porque de lo contrario, puede ser que un don se convierte en el camino más certero para la esclavitud. Es el tema que trata este libro, dedicado a jóvenes y adultos que deseen entender mejor sobre la verdadera libertad.