El término «género», con respecto a la sexualidad, ha sido asumido con casi total naturalidad por la sociedad, incluso —y no sin ingenuidad e ignorancia— por algunos sectores eclesiales. Sin embargo, son pocos todavía los que saben que detrás de este «científico» vocablo se esconde una peligrosa ideología que trastoca gravemente la realidad del ser humano en su raíz e impone —con sutileza, casi imperceptiblemente— una nueva y arbitraria antropología deshumanizadora. En cierto modo, es la expresión de lo que el gran pensador Romano Guardini anunciaba: una sociedad pagana, que después de haber aceptado a Cristo, lo ha rechazado. Y, cuando se ha aceptado a Cristo y después se le rechaza, ya no hay posibilidad de dioses. Un paganismo poscristiano no solamente se queda sin Cristo sino sin dioses. En La ideología de género y la crisis de Occidente, Clementino Martínez ofrece, a la luz del pensamiento del teólogo alemán, especialmente en su obra El ocaso de la Edad Moderna, una reflexión sobre la situación de la sociedad occidental, sus causas, y las exigencias que de ella parecen derivarse, con una apuesta esperanzadora de futuro.